Otro día más para festejar, para compartir con nuestros seres queridos, para deleitarnos con manjares exquisitos y bebidas para brindar, para ser felices, hacer fiesta.
Esa es una sola cara de esta noche. La otra cara de esta misma noche es la de los miedos, la ansiedad, los ataques de pánico, las huidas desesperadas, los atropellos e incluso las muertes para miles de seres que también desearían gozar del nuevo año.
Como todos los años en estas fechas, algunos deciden que para festejar hay que provocar tanto ruido como si hubiera estallado una guerra. La mayoría de las personas entendemos lo que son: pirotécnias de todo tipo y colores. Nos siguen molestando, nos siguen pareciendo innecesarios para festejar, aunque entendemos que no es, en realidad, una guerra.
Los demás seres no. Ellos no lo entienden, no saben que son "solo" fuegos artificiales, petardos, cohetes que se usan para "festejar" una noche en particular. Para todas esas criaturas, LA GUERRA HA ESTALLADO DE VERDAD.
Para muchos de ellos no habrá 2017. Pájaros para quienes el terror será tan grande que sus corazones dejarán de latir. Caerán fulminados, soltando la ramita en la que estaban descansando como cada noche, su corazoncito demasiado espantado por el estruendo, sus alas tendida en el suelo. Perros, gatos y demás animales que caerán en el frío asfalto de alguna calle oscura en las que intentarán refugiarse sin encontrar ningún alivio para sus sensibles orejas, ojos, nariz. Terminarán acurrucados en una oscura esquina con las patas hechas un nudo debajo de ellos, sin aliento y el terror en sus ojos ya sin luz. Su corazón no podrá resistir a lo que para ellos es el infierno. Algunos incluso terminarán torturados por desalmados, muriendo una muerte de dolores horrendos, solo porque en esta época del año es "normal" usar petardos.
Tanto será el pánico que muchos saldrán huyendo de ese fragor sin fin con la única esperanza de salvar sus vidas. Perros, gatos y demás animales, tan listos, tan acostumbrados a esquivar los peligros de las ciudades, tan astutos gracias a sus instintos. Será tan insoportable el miedo en esos momentos, que huirán lo más lejos posible de las explosiones, del olor agrio de la pólvora quemada, de los estallidos de luz en la oscuridad de la noche, sin poder pensar que esa que están cruzando sin aliento es una carretera, sin poder pensar que por allí circulan esos bólidos de metal que se mueven a altas velocidades. En ese momento, lo primordial para ellos será alejarse de la guerra. Ni si quieras las llamadas desesperadas de sus familiares humanos podrán disipar ese pavor. Muchos, esta noche de celebración, morirán en las carreteras.
La razón? Simple diversión.
Vidas perdidas, trágicamente... por diversión.
Incluso para muchas de las personas que se divierten lanzándolos, esos petardos, esta no será una noche feliz. Lo demuestran las salas de esperas de los servicios de urgencia. Esta noche, el 31 de diciembre, los servicios sanitarios están en plena alerta. Carnes quemadas, dedos explotados, tendones sesgados, pieles ennegrecidas, dolor, lágrimas.
Tampoco será una noche de celebración para bomberos, policía y protección civil, en alerta por los inevitables incendios provocados por artefactos incendiarios... que al fin y al cabo es lo que son los artículos pirotécnico: fuegos artificiales. La mayoría terminan en el cielo, pero siempre hay alguno que se despista y allá va el primer incendio del año. Y así empezarán el año algunos animales salvajes, en un infierno de fuego.
Merece la pena? Tiene sentido? En muchas localidades han prohibido el uso de pirotécnias en las calles, y si se quieren utilizar en casa, hacen falta permisos. Obviamente los menores no tienen autorización de utilizar pirotécnia, a pesar de que se venda a cualquiera. Su uso contrario a las ordenanzas municipales es denunciable, así que para los que la usen, por favor, no lo hagan, no solo se arriesgan a multas saladas, sino que están provocando mucho dolor.
Para los que no la usan, pero la padecen, a sacar los móviles y grabar. Y mañana a la policía a denunciar.
Muchas ciudades incluso han optado por seguir con el maravilloso espectáculo que son los fuegos artificiales, sin el ruido. SE PUEDE. Y son hermosos.
Mi deseo para todos y todas? Que esta sea una
NOCHE DE PAZ
Existen camisetas calmantes en el mercado como estas, que se pueden usar para perros, gatos y demás animales de cuatro patas, que suelen ayudar mucho en estos casos . El principio de su funcionamiento es el mismo que para el abrazo, que tiene un efecto calmante demostrado. La camiseta calmante se puede utilizar en momentos puntuales como nochevieja, e incluso con animales ansiosos en general. En una noche como esta, en la mayoría de los casos (más para perros que para gatos) disminuye notablemente miedo y ansiedad, permitiendo pasar de un nivel "terror" a un nivel "preocupación", que es muy de agradecer en estos casos.
Aquí una critica interesante sobre el uso de camisetas calmantes.
Así es como hay que hacerlo.
Un ejemplo de como NO hay que hacerlo es la foto de abajo.
Dejo también este excelente artículo con más consejos para tranquilizar a nuestros familiares no humanos en noches de "celebración" pirotécnica, valen tanto para perros como para gatos y demás animales.