E-
Nunca una simple letra nos había provocado tantas dudas e incertidumbres, porque nada es tan omnipresente en la alimentación actual, como esa dichosa letrerita.
Los aditivos alimentarios son absolutamente indispensables para la manufactura de todo producto industrial procesado, que tiene que poder ser distribuido incluso al otro lado del mundo permaneciendo mínimamente comestible durante más tiempo que lo natural... a veces mucho más tiempo (la ONU lanzó raciones de la guerra de Vietnam, 1973-75, durante el asedio de Sarajevo, 1992-96).
Se dividen en categorías dependiendo de su función:
Nunca una simple letra nos había provocado tantas dudas e incertidumbres, porque nada es tan omnipresente en la alimentación actual, como esa dichosa letrerita.
Los aditivos alimentarios son absolutamente indispensables para la manufactura de todo producto industrial procesado, que tiene que poder ser distribuido incluso al otro lado del mundo permaneciendo mínimamente comestible durante más tiempo que lo natural... a veces mucho más tiempo (la ONU lanzó raciones de la guerra de Vietnam, 1973-75, durante el asedio de Sarajevo, 1992-96).
Se dividen en categorías dependiendo de su función:
Números E- - Colorantes - Conservantes - Antioxidantes - Espesantes - Agentes de relleno - Emulgentes - Acidulantes y reguladores de la acidez - Aromatizantes y reguladores del sabor - Excipientes y disolventes portadores - Gases propelentes y de envasado - Edulcorantes y sustitutos del azúcar - Enzimas - Agentes liberadores - Suplementos - Aditivos funcionales - Otros aditivos | Más allá de los números E- - Vitaminas - Aromatizantes - Aditivos en los productos ecológicos - Vino ecológico - Etiquetado de los alimentos - Nanotecnología - Transgénicos - Anexos |
Su utilización en la industria alimentaria es la razón principal de la existencia de la mayoría de los aditivos, es importante recordar este hecho. Las autoridades competentes nos aseguran que son seguros, que si los han aprobado para su consumo no pueden hacernos daño...
Pero lo que no nos cuentan las autoridades competentes son dos "pequeños" detalles.
Primero.
Los estudios realizados sobre la seguridad de cada aditivo se hacen utilizando solo y exclusivamente UN aditivo en particular. O sea, los estudios se llevan a cabo, al principio siempre en animales (y eso es algo que dejo que nos planteemos las personas que somos veganas), exponiéndolos a cantidades determinadas de UN ÚNICO aditivo. Si los sujetos del estudio no enferman, o si lo hacen en pequeños porcentaje, se dictamina que el E- en cuestión no es dañino.
De esa forma de dictaminar la seguridad de los aditivos alimentarios nace un serio problema: no comemos UN solo E-. Nunca. La realidad es que comemos muchos aditivos mezclados entre ellos y a lo largo de toda nuestra vida.
Este documento, de la página oficial del Consejo Europeo por la Información Alimentaria (EuFIC), habla de las pruebas de seguridad que se hacen para UN aditivo en particular. En todo el documento se habla de la seguridad de UN aditivo a lo largo de los ensayos, en ningún momento se mencionan estudios sobre las posibles interacciones y sinergias entre los centenares de aditivos permitidos, y este hecho es una constante en la información que nos brindan los organismos oficiales.
En efecto, los estudios sobre interacciones y sinergias entre aditivos alimentarios son escasos y de muy limitada difusión. Incluso los estudios sobre consumo medio de aditivos alimentarios son casi inexistentes, este es el único que pude encontrar, Japón lleva años recopilando datos. Esta tabla es escalofriante. Muestra el consumo diario en miligrámos de aproximadamente la mitad de los aditivos permitidos a lo ancho del espectro poblacional, desde niños pequeños hasta ciudadanos de la tercera edad.
A pesar de la cantidad diaria de aditivos consumidos, la conclusión de las autoridades sanitarias japonesas es que no se rescontran riesgos para la salud. Claro, las cantidades diarias "seguras" de aditivos se dan de una en una, nunca en conjunto. Así que es más que normal que niños y niñas entre 1 y 6 años ingieran unos 6gr de aditivos al día... sin considerar que casi la mitad de los mismos no han sido incluidos en el ensayo. Si, totalmente normal.
Y a pesar de que se sepa perfectamente que las sustancias, mezclándose, pueden reaccionar entre ellas, y que consumiéndolas día tras día durante años causen acumulaciones, ni si quieras se plantea la noción de que sean necesarios estudios en ese sentido. Muy a menudo, dos sustancias en principio inofensivas si tomadas individualmente (incluso para los alimentos totalmente naturales!!!), juntándose en el mismo medio (nuestro cuerpo) pueden llegar a convertirse en toxicas (interacción), y encima su acción puede incrementar (sinergia). Pero claro, no interesa conducir muchos estudios de ese tipo, porque capaz que la industria alimentaria se quede sin la mayoría de aditivos.
Primero.
Los estudios realizados sobre la seguridad de cada aditivo se hacen utilizando solo y exclusivamente UN aditivo en particular. O sea, los estudios se llevan a cabo, al principio siempre en animales (y eso es algo que dejo que nos planteemos las personas que somos veganas), exponiéndolos a cantidades determinadas de UN ÚNICO aditivo. Si los sujetos del estudio no enferman, o si lo hacen en pequeños porcentaje, se dictamina que el E- en cuestión no es dañino.
De esa forma de dictaminar la seguridad de los aditivos alimentarios nace un serio problema: no comemos UN solo E-. Nunca. La realidad es que comemos muchos aditivos mezclados entre ellos y a lo largo de toda nuestra vida.
Este documento, de la página oficial del Consejo Europeo por la Información Alimentaria (EuFIC), habla de las pruebas de seguridad que se hacen para UN aditivo en particular. En todo el documento se habla de la seguridad de UN aditivo a lo largo de los ensayos, en ningún momento se mencionan estudios sobre las posibles interacciones y sinergias entre los centenares de aditivos permitidos, y este hecho es una constante en la información que nos brindan los organismos oficiales.
En efecto, los estudios sobre interacciones y sinergias entre aditivos alimentarios son escasos y de muy limitada difusión. Incluso los estudios sobre consumo medio de aditivos alimentarios son casi inexistentes, este es el único que pude encontrar, Japón lleva años recopilando datos. Esta tabla es escalofriante. Muestra el consumo diario en miligrámos de aproximadamente la mitad de los aditivos permitidos a lo ancho del espectro poblacional, desde niños pequeños hasta ciudadanos de la tercera edad.
A pesar de la cantidad diaria de aditivos consumidos, la conclusión de las autoridades sanitarias japonesas es que no se rescontran riesgos para la salud. Claro, las cantidades diarias "seguras" de aditivos se dan de una en una, nunca en conjunto. Así que es más que normal que niños y niñas entre 1 y 6 años ingieran unos 6gr de aditivos al día... sin considerar que casi la mitad de los mismos no han sido incluidos en el ensayo. Si, totalmente normal.
Y a pesar de que se sepa perfectamente que las sustancias, mezclándose, pueden reaccionar entre ellas, y que consumiéndolas día tras día durante años causen acumulaciones, ni si quieras se plantea la noción de que sean necesarios estudios en ese sentido. Muy a menudo, dos sustancias en principio inofensivas si tomadas individualmente (incluso para los alimentos totalmente naturales!!!), juntándose en el mismo medio (nuestro cuerpo) pueden llegar a convertirse en toxicas (interacción), y encima su acción puede incrementar (sinergia). Pero claro, no interesa conducir muchos estudios de ese tipo, porque capaz que la industria alimentaria se quede sin la mayoría de aditivos.
Segundo.
Otro asunto que no nos cuentan las autoridades competentes es que, sorprendentemente, cambiando país de residencia nuestra biología también cambia y nos hacemos más o menos resistentes al consumo de algunos aditivos. Porque sólo un cambio repentino de nuestra biologia cruzando fronteras políticas puede explicar porque en unos países se considera seguros el uso de determinados aditivos que son prohibidos en otros.
Obviamente lo que escribo arriba es irónico, pero es un hecho real.
En España por ejemplo se puede utilizar la tartrazina (E-102 o azafrán químico), prohibida en Austria y en Noruega por ser mutagénica. De hecho se utiliza mucho, es el amarillo que se usa para la paella (y en miles de productos industriales) y se puede adquirir en cualquier supermercado en tarros de más o menos tamaño.
El colorante E-107 (Amarillo 2G) está prohibido en Noruega, Suecia, Austria, Suiza, Japón y EEUU, pero para quien resida en el Reino Unido no hay problema. Eso si, las personas que vivan en Inglaterra no pueden comer E-237 (formiato de sodio), mientras a las demás en el resto del mundo no les pasa nada.
La lista es larga. Dependiendo del organismo público que las regule y de sus fronteras políticas, esas sustancias serán permitidas en los productos que encontraremos en los supermercados, o no.
Considerando que los organismos públicos que requieren (o no) estudios sobre la nocividad de sustancias indispensables para la industria alimentaria, son organismos políticos -o sea, son las autoridades políticas las que los nombran- y que la industria alimentaria no solo tributa sino también influye a través de los grupos de presión (lobby) al gobernante de turno, personalmente me pregunto: Quién dictamina entonces, al final del día, los parámetros de dichos estudios sobre la seguridad de los aditivos alimentarios?
Otro asunto que no nos cuentan las autoridades competentes es que, sorprendentemente, cambiando país de residencia nuestra biología también cambia y nos hacemos más o menos resistentes al consumo de algunos aditivos. Porque sólo un cambio repentino de nuestra biologia cruzando fronteras políticas puede explicar porque en unos países se considera seguros el uso de determinados aditivos que son prohibidos en otros.
Obviamente lo que escribo arriba es irónico, pero es un hecho real.
En España por ejemplo se puede utilizar la tartrazina (E-102 o azafrán químico), prohibida en Austria y en Noruega por ser mutagénica. De hecho se utiliza mucho, es el amarillo que se usa para la paella (y en miles de productos industriales) y se puede adquirir en cualquier supermercado en tarros de más o menos tamaño.
El colorante E-107 (Amarillo 2G) está prohibido en Noruega, Suecia, Austria, Suiza, Japón y EEUU, pero para quien resida en el Reino Unido no hay problema. Eso si, las personas que vivan en Inglaterra no pueden comer E-237 (formiato de sodio), mientras a las demás en el resto del mundo no les pasa nada.
La lista es larga. Dependiendo del organismo público que las regule y de sus fronteras políticas, esas sustancias serán permitidas en los productos que encontraremos en los supermercados, o no.
Considerando que los organismos públicos que requieren (o no) estudios sobre la nocividad de sustancias indispensables para la industria alimentaria, son organismos políticos -o sea, son las autoridades políticas las que los nombran- y que la industria alimentaria no solo tributa sino también influye a través de los grupos de presión (lobby) al gobernante de turno, personalmente me pregunto: Quién dictamina entonces, al final del día, los parámetros de dichos estudios sobre la seguridad de los aditivos alimentarios?
No se tú, pero a mi todo esto me da bastante que pensar.
En realidad no es que haga falta hacer estudios para saber que la mayoría de las personas a nuestro alrededor tienen achaques de todo tipo. También sabemos que, a pesar de que la salud sea multifactorial, la alimentación es un factor que influye mucho en ella. Es tan descabellado entonces pensar que los productos químicos artificiales que se usan en prácticamente todo producto industrial, sean parte de la razón del estado de salud general de la población?
Así que lo que te queda es informarte (sigue las Reseñas ;-) ), leer las etiquetas pero sobre todo elegir productos cuanto más naturales posible. Si, será a costa de la absoluta conveniencia y probablemente no serán lo más barato, aunque a cambio conservarás tu salud. Como consumidor o consumidora tienes el poder de influenciar el mercado, y si todo el mundo comprara productos sin o con muy pocos aditivos, la industria tendría que adaptarse. Empieza. Todo camino comienza con el primer paso.
Te dejo la lista de aditivos para que puedas ver el efecto de cada uno en tu organismo, y aquí encontrarás especificaciones de los aditivos de origen animal.
En realidad no es que haga falta hacer estudios para saber que la mayoría de las personas a nuestro alrededor tienen achaques de todo tipo. También sabemos que, a pesar de que la salud sea multifactorial, la alimentación es un factor que influye mucho en ella. Es tan descabellado entonces pensar que los productos químicos artificiales que se usan en prácticamente todo producto industrial, sean parte de la razón del estado de salud general de la población?
Así que lo que te queda es informarte (sigue las Reseñas ;-) ), leer las etiquetas pero sobre todo elegir productos cuanto más naturales posible. Si, será a costa de la absoluta conveniencia y probablemente no serán lo más barato, aunque a cambio conservarás tu salud. Como consumidor o consumidora tienes el poder de influenciar el mercado, y si todo el mundo comprara productos sin o con muy pocos aditivos, la industria tendría que adaptarse. Empieza. Todo camino comienza con el primer paso.
Te dejo la lista de aditivos para que puedas ver el efecto de cada uno en tu organismo, y aquí encontrarás especificaciones de los aditivos de origen animal.